El arte de la música es coherente con la tarea de ampliar la dimensión más alta, superior de la vida, lo que está por encima de la cotidianidad. Y es capaz de influir en la sociedad a través de dos caminos: por un lado, es una consolidación, una fuente de alegría, y por otro, la música puede elevar al ser humano a unas esferas más altas, a un estado del alma más alto, y abrir fuerzas ocultas en nuestra alma de las cuales no somos conscientes, pero a partir de la música podemos aproximarnos y tocarlas.
Sofia Gubaidulina.