Grises y rojos en la retina (Entrega #49)

Cuando escribía teatro podía utilizar el discurso silente, la gente muda… todo lo que tenía que hacer era escribir la palabra pausa, y el discurso silencioso estaba allí. ¿Qué oyes si escuchas con suficiente atención? Se oye el silencio. Y como se ha dicho, solo en el silencio puedes oír la voz de Dios. El propósito es llegar a descifrar lo que no se puede decir, lo innombrable, lo indescifrable. El silencio.

Jon Fosse.